Hola! Bienvenidos todos a "Arcoiris de Papeles". Este día
queremos darle la bienvenida a JULIO, el nuevo mes del 2014! Empezamos un nuevo mes, eso significa más libros. Como ahora ya tenemos más libros es más díficil cuidarlos de como era anteriormente, porque antes teníamos menos, pero ahora ya tenemos más y tenemos que saber cuidar nuestros amados tesoros porque no queremos que algo malo les pase.
Por esa razón, hoy les tengo un artículo de la página Literatura SM , que habla sobre todos los consejos que puedes necesitar para mantener tus libros como si fueran recién impresos.
Consejos para cuidar tus libros
Los libros no son imperecederos. Tanto los elementos ambientales como una mala preservación pueden deteriorarlos o, en el peor de los casos, acabar con ellos. Te contamos cómo cuidarlos para
que duren toda una vida.

A continuación te contamos cuáles son los grandes enemigos de un libro, así como varios consejos para un buen mantenimiento.
El polvo
Al estar colocados en un mismo sitio durante largos periodos de tiempo, las partículas de polvo se adhieren a cubiertas y hojas con gran facilidad y en grandes cantidades sin que apenas nos demos cuenta. Dicho polvo lleva consigo partículas que pueden oxidar el libro y, en ocasiones, incluso huevos de insectos. Es aconsejable limpiar regularmente el canto superior de los libros con un plumero o una brocha de cerdas suaves.

En cuanto a los cantos y tapas del libro, podemos utilizar el plumero, un paño seco o un pequeño aspirador, manteniendo el libro bien apretado
para que el polvo que retiramos no se introduzca entre las páginas.
Como truco para apartar el polvo adherido a los bordes de estas, podemos
utilizar una goma de borrar lápices bien limpia.

Además del temible fuego, los otros tres grandes enemigos de un libro son la temperatura del lugar donde se halla la biblioteca, la luz y la humedad. Esta debe ubicarse en un lugar con luz tenue, seco y ventilado, evitando fuentes de calor como radiadores, chimeneas o calefactores eléctricos, que pueden ajar el papel y resecar la cola de la encuadernación. El flujo de aire es recomendable para evitar el típico olor a libro viejo que provocan la lignina del papel y la tinta.
La luz del sol nunca debe incidir sobre los volúmenes, pues el papel se degradará rápidamente, además de perder el color de las tapas. Un detalle a tener en cuenta si sacamos un libro para leer al aire libre o lo dejamos olvidado junto a una ventana. La luz fluorescente tampoco es aconsejable.
En cuanto a la humedad, sin duda es uno de los
elementos más destructivos con los que un libro puede toparse. Evitemos
habitaciones con esta característica, lugares cercanos a una ventana, a
cañerías o tuberías que puedan sufrir pérdidas. La humedad ambiental
provoca movimientos de contracción y dilatación, que desbaratan y
deterioran poco a poco los materiales del libro. Además, sumada a una
temperatura alta invita a la proliferación de hongos.

La colocación
Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de preservar nuestros libros es su disposición en los estantes. Los ejemplares deben colocarse sobre un anaquel plano, horizontal y de manera vertical.
De lo contrario, se deformarán, dañando la encuadernación.
Asimismo, se recomiendan estanterías abiertas en vez de cerradas. Estas pueden cuidar la exposición al polvo o resultar más bonitas a la vista por su diseño, pero también son perjudiciales por la acumulación de humedad. En cuanto a los materiales, se aconseja la madera antes que el vidrio, pues este no permite que el aire se renueve y puede afectar al papel.
Por último, debemos cuidar la presencia de insectos como termitas, cucarachas, u otros animales como ratones, que puedan comerse las páginas o utilizarlas para dejar sus huevos.
Otros cuidados
- No forzar el libro al abrirlo o apoyarlo con las páginas abiertas en un ángulo de 180º, puesto que la encuadernación sufre y se deforma y podrían despegarse las páginas o las tapas.
- No doblar las esquinas de las páginas para señalar un punto de lectura. Si ya lo hemos hecho o nos encontramos un ejemplar así, podemos humedecer levemente el papel y dejar el libro prensado con peso encima durante varios días hasta que recupere la forma.
- No usar cinta adhesiva para pegar hojas o la cubierta, ya que el ácido del pegamento puede decolorar el papel y, a la larga, arruinarlo.
- No humedecer los dedos con saliva para pasar las páginas.
- No guardar flores u hojas de plantas y árboles entre las páginas, las cuales, al descomponerse, mancharán el papel y lo degradarán.
- No toser, estornudar, ni usar insecticidas o perfumes sobre un libro.
- Mantener la comida, la bebida y las manos sucias lejos de nuestros libros. Un accidente puede ocurrir en cualquier momento.
- No subrayar ni escribir con bolígrafo o rotuladores.
Es inevitable que el paso del tiempo deteriore nuestros queridos libros, pero con un poco de cuidado podremos hacer que duren más.
Palabras desconocidas
♥Ajar: Envejecer algo o a alguien manoseándolo y arrugándolo.
♥Canto: Corte del libro, opuesto al lomo.
♥Lignina: Es una sustancia que aparece en los tejidos leñosos de los vegetales y
que mantiene unidas las fibras de celulosa que los componen, la lignina
constituye el 25% de la madera.
Excelente el contenido de este artículo. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarInteresante articulo, prometo compartilo con mis estudiantes, debemos proteger lo que "amplia y enriquece nuestro vocabulario", como escribiste en una de tus frases del dia!!!
ResponderEliminarGracias por tu exdelente reportajo. Sobre todo para el cuidado de nuestros proeciosos libors
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